Así, el pentagrama musical ecuatoriano nos ofrece una rica exposición de ritmos que invitan a descubrir la nostalgia, el amor, el romance y la alegría de nuestra gente. Siendo un pequeño país, fácilmente podemos encontrar incontables ritmos costeños, amazónicos y serranos, que posibilitan al expositor dancístico, crear versátiles coreografías con propuesta folklórica o contemporánea.
No hay ritmo que un hábil coreógrafo no lo pueda interpretar con movimiento corporal escenográfico, sin embargo, son algunos que de manera tradicional son los más utilizados por agrupaciones dancísticas ya sea por su contenido literario o rítmico. Así, podemos encontrar San Juanes, Pasacalles, Pasillos, Cachullapis, Capishcas, entre otros.
EL PASILLO.-
Considerado como ritmo de bandera o identidad nacional, de clara influencia europea nació, según los musicólogos investigadores, en la entonces Gran Colombia, por lo tanto, es un error afirmar que Colombia, Venezuela o Centro América tienen la partida de nacimiento de tan hermoso ritmo. Fueron los soldados reales y curas ranclados asentados en esta parte de América para contrarrestar el movimiento independista, quienes lo fueron fraguando conjuntamente con los hábiles criollos que para ese entonces habían demostrado un gran talento para las artes. El pasillo originalmente se compuso como baile de salón (paso pequeño y ligero) de allí se han ido dando algunas variaciones de tiempo, dependiendo de la ubicación geográfica en donde se encuentran sus creadores, por ello fácilmente encontramos pasillos mexicanos, centroamericanos, colombianos, venezolanos, uruguayos y hasta cubanos. Pero lo más destacado es que el pasillo encontró su asidero más representativo en lo que hoy es Ecuador, la delicada pluma de sus poetas y maestría de sus compositores lo han ido dando una personalidad de elevados quilates que ha sido muy bien aprovechada por los mejores intérpretes, juntos le han puesto al pasillo en el sitio en que hoy se encuentra, nuestro principal referente musical a nivel internacional.
DATO EXTRA: Siendo Presidente de la República el Arq. Sixto Durán Ballén, según Decreto Ejecutivo 1118 publicado en el Registro Oficial Nro. 287 del 30 de diciembre de 1993, declaro el 1ro. de Octubre de cada año el “Día Nacional del Pasillo”. La fecha elegida recuerda el día del nacimiento del Ruiseñor de América, Julio Alfredo Jaramillo Laurido, artista que nació el 1 de octubre de 1935 y cuyo nombre permanece en la memoria del pueblo ecuatoriano.
SAN JUANITO O SAN JUAN.-
EL PASACALLE.-
Ritmo o danza mestiza, con clara influencia europea, probablemente llegó a América en el siglo XVIII, muy similar al pasodoble español y al corrido mexicano (con cierta variación de tiempo) los tres tienen el mismo estilo de baile.
ALZA.-
Baile mestizo, conocido también como alza, alza que te han visto, probablemente nacido en el siglo XVIII como un baile “lento y monótono”, sin embargo alcanzó una gran popularidad con estilo alegre y picaresco en el siglo XIX; según los entendidos es un baile suelto con una estructura muy particular y algo exótica, parecido al costillar, propio de un criollismo montubio de la época, no tenía letras específicas preestablecidas sino que cada uno de los cantores improvisaba versos de acuerdo a las circunstancias y los atributos de las pareja de baile que lo hacían con pañuelos o sin ellos en entradas y atenciones que deleitaban a los espectadores.
Las sincopas y contratiempos en tonalidades mayores caracterizan al alza como un ritmo de innegable influencia europea, acompañados de arpa o guitarra y coplas improvisadas, fue muy popular en los recintos de la antigua “Bodegas”, hoy Babahoyo, provincia de los Rios, sitio obligado para almacenar e intercambiar productos de exportación ecuatorianos con hacendados, exportadores e importadores de productos y costumbres europeas.
CAPISHCA.-
De estructura rítmica en tonalidad menor muy parecida al albazo, baile suelto, mestizo e indígena, muy alegre, se lo baila principalmente en las provincias de Azuay y Chimborazo. Algunos investigadores afirman que su raíz etimológica proviene del quichuismo “capina” que significa exprimir; de allí es que el bailarín debe poner a prueba su ingenio y condición física al hacer movimientos hábiles, con picardía y galanteos para deslumbrar a su pareja.
Se supone que la conjunción de estos dos elementos rítmicos son los que dieron la pauta a mucha de la música mestiza que tiene características sincopadas.
EL ALBAZO.-
Danza indígena y mestiza, su nombre se deriva de las serenatas tocadas al alba para anunciar el inicio de las fiestas populares, se entona en compás de 6/8. Para una de las coreografías montubias de nuestro Ballet, hemos tomado de la creación del maestro cotacachense Marco Tulio Hidrovo, el albazo “Andá pero sin miedo” en la magistral interpretación de Segundo Dueñas en bandolín.
EL DANZANTE.-
YARAVÍ.-
De prehispánico nacimiento y es el pingullo, el rondador o la quena sus elementos originalmente interpretativos para acompañar en labores agrícolas y familiares, aunque su evolución especialmente en las provincias centrales y hacia el norte del Ecuador ha incluido el requinto y la guitarra, su estructura rítmica de 6/8 en tonalidad menor, es propicia para las quejas literarias de soledad y tristeza andina y le permiten por lo regular terminar su canto con una coda o estrofa final más rápida convertida en albazo, mambo o fuga.
En el Perú, también se entona este ritmo allá llamado triste y concluye con una última estrofa en allegro llamada tondero, equivalente al mismo yaraví y albazo respectivamente.YUMBO.-
FOX INCAICO.-
Música popular mestiza vigente desde la segunda década del siglo XX, sus escalas y modalidades pentafónicas en “tempo lento” es más propicia para canción que para baile. Dicen los entendidos que “su nombre proviene del fox trot, que significa trote del zorro, y que es una especie de 'ragtime' norteamericano, que data de la primera época de este siglo, con cierto parentesco pero no tiene nada que ver con el jazz.” En algunos fox incaicos ecuatorianos es muy audible ese sabor nacional melódico que la pentafonía andina consigue.
LA BOMBA.-
Ritmo alegre y bullanguero, parecido al albazo (6/8) nacido con la Banda Mocha de instrumentos vegetales, como el “puro”, la “hoja de capulí” y la bomba propiamente dicha (tambor elaborado de una sola pieza o tronco vaciado, de parche, un cuero de chivo templado con cabestro) propio del sector afroecuatoriano asentado en el Valle del Chota, provincia de Imbabura. Actualmente se interpreta con la ayuda de una guitarra o requinto. Mario Diego Congo, un destacado cantor y músico choteño, interpreta la alegría y sensualidad de un pueblo noble, puntal preponderante en el desarrollo de nuestra rica variedad de culturas.
AMORFINO.-
Eminentemente un género musical montubio, de metro binario simple (2/4), baile de pareja suelta donde los cantores tienen la oportunidad de “versear” coplas de contrapunto, pleito o desafío en cuartetos, quintetos y hasta décimas, alentados por la muchedumbre participante.
Varón: “Si un beso me diera montubia,
mi vida yo le daría,
mas si otra cosita me diera,
hasta mi machete empeñaría”
Mujer: “Montubio e mala pinta,
que no quiere trabajá,
solo ergaña a la mujere,
y no sabe ni bailá”
(fragmento registrado por Luis Beltrán para una de sus coreografías)
AMAZÓNICOS.-
Los dulces cantos y ritmos de la amazonía ecuatoriana hablan de la naturaleza, de la relación intrínseca entre el hombre de la selva y la naturaleza, del equilibrio y respeto a la vida, del pájaro, del puma, del amor.
Fuente: Ballet Folklórico de Ecuador de Luis Beltrán
muy buena informacion los felicito
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