Una de la fiestas milenarias en Sudamérica, que rinde homenaje y alegría al padre sol (tayta inti) y madre luna (mama killa) tanto la cultura Tiwanaku en Bolivia, mapuche en Chile, los Kichwas en Perú, Ecuador y Bolivia o ejemplo más cercano la cultura Kayambi/Karanki en el norte del Ecuador celebran sus rituales al Sol y a la luna. En el mundo andino, alrededor de los movimientos del sol y la luna organizaron calendarios agrícolas, rituales, mitológicos y festivos. Los antepasados desarrollaron sabiduría y conocimientos científicos en la astronomía, medicina, arquitectura y agricultura; con la sombra del sol ubicaron y definieron con precisión la mitad del mundo, inclusive superando a los geodésicos franceses.
La sombra del sol en los medios días y las 12 fases lunares al año o cada cinco años treces fases lunares, acompañado con el croar de los sapos, silvido de las aves y ubicación de los árboles como el tsawarquero, ha permitido organizar fechas como: El 21 de septiembre tiempos de siembra y fertilidad; El 21 de diciembre kapak raymi tiempos de jalmana (aporque de las plantas) o rinde homenaje a la autoridad comunitaria; El 21 de marzo, tiempos de mushuk nina (fuego nuevo) o pawcar raymi, que significa florecimiento y recogimiento de los primeros frutos tiernos; y el 21 de junio, Inti Raymi tiempos de cosecha de granos maduros, por lo tanto culminan con procesos de agradecimiento al padre sol y madre luna.
En el norte del Ecuador, celebran el Inti Raymi o fiesta de sol con manifestaciones de respeto, alegría, alabanza y adoración, pues el sol ilumina, da energía y da la vida: en la fotosíntesis de las plantas, cambios ecológicos, crecimiento y maduración de los productos, etc. Por ello, celebran con bailes circulares que significa la rotación de la tierra alrededor del sol, con vestimentas multicolores que representa la diversidad de colores de los granos de maíz, haba, papa, chocho, etc., cantos de coplas dirigidos al proceso de enamoramiento y casamiento con mensajes relacionadas a las plantas, cerros, animales y nevados como expresión de armonía entre el ser humano y la naturaleza. Personajes representados por aya uma, que guía y orienta al grupo o a la comunidad, su mascara de doble rostro representa la dualidad y complementariedad en la cosmovisión andina; Aruchicu ser mítico que da música melodiosa en los afinados de san juan granada, incalindo, wanupamba, transporte y otros, con creaciones e innovaciones de tonos musicales por excelentes artistas de la tierra. Aún mantienen tradiciones antiguas como las voces del takik, tonos de flautas, rondines y tundas que versean en relación al espacio del hanan y uray (arriba y abajo). Rituales como la ramo de gallo, significa alianzas políticas y sociales entre dos familias, barrio o comunidad; los 12 gallos significa doces meses o 12 fases lunares en el año.
Antes de la invasión española, los distintos ayllus realizaban alianzas sociales y políticas; mientras en la época de la hacienda: tanto el patrón y los peones entraban en alianzas políticas como parte de la resistencia y unidad comunitaria. Hoy en pleno siglo XXI, las ramas de gallos entran en alianzas entre comunidades y familias con la finalidad de mantener la unidad, solidaridad y reciprocidad entre sus habitantes. Las festividades concluyen con las octavas de Juan Montalvo, a igual que en varias comunidades y familias en el norte del Ecuador.
Al concluir las festividades algunas familias retornan a sus actividades cotidianas tanto en las entidades públicas y privadas, mientras en las comunidades retornan a las actividades familiares y comunitarias; algunas personas migran en busca de trabajo lejos de su tierra; sin embargo, en los meses de enero, febrero, marzo y abril inician con el proceso de acumulación de semillas, granos, bebidas, animales y aves, es decir en los meses de mayo y junio son los preparativos como la compra de los mejores trajes, arreglo de la casa y fijación de lo últimos detalles para las festividades de las ramas de gallo, etc. Es decir, en el Inti Raymi también se vive el Sumak Kawsay, vida en plenitud, vida en alegría, vida en abundancia y una vida de compartimiento y alabanza. Todo lo acumulado en el año, el prioste comparte con la familia y la comunidad todos sus ahorros monetarios y no monetarios en las festividades, que gana confianza y prestigio dentro de la comunidad y la familia.
Sólo con la llegada de la invasión española impusieron priostazgos de los santos católicos como: San Juan, San Pedro y San Pablo con la finalidad de terminar y ocultar la historia, sabiduría y festividades ancestrales de los pueblos milenarios. En estos tiempos, existe un sincretismo o mezcla cultural, pues se vive y celebra tanto a los dioses católicos como a los dioses de la vida en la cosmovisión andina.
Texto: Guillermo Churuchumbi : Kichwa Kayambi; Investigador Comunitario, Conferencista nacional e internacional y Líder Comunitario, Cayambe, 2009.
Fotos: Eduardo Terán.